Ministro quiere ‘perspectiva de género’ en la ciencia
El ministro de ciencia se compromete a aplicar la ‘perspectiva de género’ en la ciencia y conseguir la ‘igualdad real’ con motivo de la celebración de un evento de astronomía donde las mujeres son las protagonistas.
Uno de los fichajes estrella del nuevo gobierno de España y ministro de Ciencia y Universidades, el astronauta Pedro Duque, ha publicado un vídeo con motivo de la celebración de ‘Con A de astrónomas’, una exposición de astronomía en la que se busca recordar a algunas de las mujeres relevantes que ha tenido la astronomía. En el mencionado vídeo, el ministro expresa que «la perspectiva de género en la ciencia es algo muy importante para este ministerio» y asegura «todo el apoyo de este ministerio en la consecución de la igualdad real«. Curiosamente, en el vídeo se nota que el señor Duque no está muy acostumbrado a esta clase de videos, eso, o que se le atragantan los arco iris en la garganta. Para los que estamos informados de la actualidad política de este país, ‘perspectiva de género’ son tres de las palabras que más miedo dan de la lengua española, algo así como la versión castiza del ‘I’m from the goverment and I’m here to help’.
Esto constituye un daño irreparable a las buenas profesionales tanto de ahora como del mañana, que verán fagocitado su prestigio ante la sospecha—razonable si se cumplen nuestras predicciones—de estar ahí por lo que son, y no por lo que hacen.
Bien lo debería de saber el señor ministro, como lo saben en Andalucía, dónde la Junta aplica las tropelías de género para discriminar positivamente a las mujeres a la hora de conseguir un empleo público, equiparándolas en ocasiones a discapacitadas graves. Vamos, que si ya estábamos viviendo una época de quema de brujas—perdón, de brujos—, en la que se ha abandonado todo atisbo de razón por una ideología autoritaria y fuera de toda base científica, en nombre de la cual se ha dinamitado la justicia en España, ahora pretenden acabar con la poca y peregrina ciencia que se hace en este país, con, quizás, cuotas de género en la ciencia, discriminación positiva y sabe el gobierno que más. Esto constituye un daño irreparable a las buenas profesionales tanto de ahora como del mañana, que verán fagocitado su prestigio ante la sospecha—razonable si se cumplen nuestras sospechas—de estar ahí por lo que son, y no por lo que hacen. Esto nos lleva a pensar que la perspectiva de género no hará más que conseguir un efecto Streisand, es decir, el efecto contrario a lo que se pretendía, que en principio parece ser el de conseguir que más mujeres se interesen por la ciencia. Aunque claro, eso sería suponer que a algún gobierno español le ha importado alguna vez la ciencia, ¿verdad?