El nuevo Gobierno feminista

El nuevo Gobierno feminista PSOE-UP, como todos sabemos, ya está formado y en funcionamiento. Hemos dejado pasar un tiempo prudencial, y suponemos que ya están todos los asesores, consejeros y secretarios enchufados en sus chiringuitos organismos útiles y eficaces correspondientes.

El Gobierno está lleno de feministas, de modo que hoy en Ser Hombre No Es Delito vamos a centrarnos en ellas. ¿Qué puede significar su presencia en el Gobierno? Vamos a ver quiénes son y qué pretenden hacer. Seguro que la conclusión es que son personas capaces y con dotes para la gobernanza.

 

Irene Montero

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Empezamos fuerte, con la titular del sacrosanto Ministerio de Igualdad, que antes ostentaba la ilustrísima Carmen Calvo.

Irene Montero es ese ejemplo de mujer emprendedora, independiente y capaz, referente de cualquier mujer. Su mayor logro es haber trabajado como cajera en un supermercado mientras se afiliaba a las Juventudes Comunistas. Luego se unió a Podemos y escaló rápidamente hasta la cúpula del partido, claramente a raíz de sus méritos profesionales.

Pero bueno, ya sabemos todos quién es, no nos enrollemos. Hablemos de su papel en el ministerio.

Montero ha expresado que una de las prioridades del gobierno feminista será intentar que cada vez haya menos víctimas de violencia machista. Ha recordado el trabajo de muchas de las mujeres pioneras en el Gobierno. Se ha dirigido además a los trabajadores del departamento de Igualdad para decirles: «Trabajaré con vosotras y vosotros para que el feminismo también a nivel institicional sea una de las banderas de este Gobierno y de este país», ha expresado.

¿Y cómo va a acabar con la «violencia machista«? Pues ha manifestado que una de las primeras leyes que quiere aprobar como ministra es la famosa «sólo sí es sí». Montero parece ignorar que el sexo sin consentimiento en España ya es delito. Piensa aprobar una ley que les diga a las mujeres cómo tienen que follar para que concuerde con la doctrina feminista y no sean violadas cada vez que tengan sexo.

Señala muy bien Guadalupe Sánchez cuando dice que añadir algo que ya existe sólo puede ser una tapadera para colar algo:

Ahora, no se nos escapa que esta ley va a dar herramientas ilimitadas a las mujeres para denunciar falsamente por violación a cualquier hombre con el que hayan tenido sexo. Como se reduce el consentimiento a que la mujer diga «sí», bastará con que la mujer tenga sexo voluntariamente sin decir «sí» para luego poder decir que ha sido violada. Y si sí lo dijo, qué más da, si la van a creer igual. La inversión de la carga de la prueba se encargará de que el acusado tenga que demostrar que dijo sí, cosa imposible. Nota: ¿por qué no se habla del consentimiento de los hombres? Los hombres también tienen que consentir y esas cosas.

Esta ley seguro que no va a ser utilizada por mujeres que quieran poner denuncias falsas en su propio beneficio, ¿verdad? Por ejemplo, en procesos de divorcio… Denuncias falsas que arruinarán la vida a miles de hombres inocentes. Y que van a multipicar el número de chiringuitos, asociaciones y demás entes parasitarios destinados a combatir la «violencia sexual».

Igual que con la Ley Integral contra la Violencia de Género. De hecho, la ley del «sólo sí es sí» realmente no es otra cosa que una LIVG 2.0, una Ley Integral contra la Violencia Sexual. Si uno de los pilares del feminismo en España es la LIVG, ahora quieren añadirle un nuevo pilar. Y a cada pilar, se reducen un poco más los derechos de los hombres y se destruye un poco más el Estado de Derecho. Como siempre, esta ley será aprobada en el Congreso por aplastante mayoría con la ayuda de todos esos partidos que se dicen constitucionalistas pero que no dudarán en bajarse los pantalones ante el monstruo feminista.

Para los cargos de libre designación del ministerio de Igualdad ha excluido a los hombres, nombrando sólo mujeres. ¡Cuánta igualdad!

Como curiosidad que deja patente su altísimo nivel como política, tenemos sus declaraciones en una entrevista:

También tenemos un supuesto caso de violencia machista que no era tan machista, como cuenta @anisokoria:

 

Noelia Vera

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Seguimos con Noelia Vera, nueva secretaria de Estado de Igualdad del Gobierno. Periodista, diputada de Podemos y activista feminista. Como apunta José Joaquín León:

Tampoco conozco los méritos de la intelectual y feminista gaditana Noelia Vera para ser secretaria de Estado de Igualdad, aparte de su amistad con Pablo Iglesias e Irene Montero. Su carrera en Podemos es brillante, cimentada en la obediencia al jefe y en ser la portavoz de su amo, políticamente hablando. Como periodista, hay muchos y muchas (en Cádiz mismo) que tienen mejores perfiles que ella. Pero es joven, y se lo está currando. En Cádiz ninguna periodista ha sido secretaria de Estado de Igualdad. Ese Ministerio promete días de gloria.

Según apuntan en eldiario.es, uno de los retos de Vera será ampliar el concepto de violencia machista, actualmente restringido al ámbito de la pareja o expareja, y aplicarlo a cualquier agresión de hombre a mujer, sin que haya o haya habido ninguna relación sentimental entre ellos. Al principio, esto tendría consecuencias más allá de la estadística, pero el propio medio afirma:

Este paso de implicaciones solo estadísticas aún tiene pendiente la ampliación del concepto de violencia machista más allá de los datos, en todo lo que tiene que ver con el estatus legal de las víctimas o el funcionamiento de los juzgados, que hasta ahora solo ven casos de agresiones en el marco de una relación sentimental.

«Más allá de los datos» quiere decir con gran seguridad una tercera ley integral. El siguiente paso a las leyes de violencia de género y de violencia sexual, la LIVG 3.0. Primero, el maltrato en la pareja, luego las violaciones fuera de la pareja, y finalmente, cualquier agresión dentro y fuera de la pareja. Si la 2.0 la quieren aprobar ya, la 3.0 seguramente la aprueben hacia el final de la legislatura, como de hecho ha admitido Irene Montero:

Si finalmente la sacan, es muy probable que se parezca a la LIVG. Recordemos que la LIVG permite a cualquier mujer arruinarle la vida a su pareja o expareja cuando quiera, sin aportar prácticamente ninguna prueba y pasando a recibir multitud de ayudas y beneficios. Basta con que su relato sea coherente y consistente y poco más. Pues esta ley sería básicamente eso pero aplicable en cualquier clase de condición y circunstancia.

Y todo justificado, cómo no, en el convenio de Estambul, ese del que hacen lectura selectiva, porque cuando lean lo que dice de los hombres maltratados van a alucinar.

 

Victoria Rosell

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Diputada de Podemos en el Congreso, será la nueva delegada del Gobierno para la Violencia de Género. Rosell, nacida en Murcia, dirigía antes de ser diputada el Juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria. Su principal reto será el desarrollo del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aprobado en 2017 por todos los grupos políticos a excepción de Podemos, que se abstuvo por considerar que el proyecto era poco ambicioso.

Peca de arrogancia, una vez en un aeropuerto se identificó y presentó como parlamentaria en el Congreso de los Diputados y con una «actitud soberbia» solicitó que se le abriera «inmediatamente» la sala de autoridades, increpando de muy malas formas al funcionario de AENA. Como buena mujer libre e independiente que es.

Nos tiene bloqueados en Twitter.

Sus partidarios consideran que su elección es «un verdadero acierto, puesto que, en primer lugar, tiene sensibilidad feminista y, en segundo término, conoce el funcionamiento de los juzgados y las necesidades que tienen los profesionales de la Justicia para poder convertirse en el muro contra los criminales machistas».

Rosell dijo en 2018 que «hay poca perspectiva de género en la judicatura». Y no nos engañemos, cuando un político dice que a los jueces les falta perspectiva, lo que está diciendo es que no le gusta cómo piensan los jueces. Imaginemos un político diciendo que a los jueces les falta «perspectiva socialista» o «perspectiva patriótica», etc.

Cuando un político te dice que va a hacer que los jueces tengan una perspectiva, lo que está diciendo es que va a hacer que los jueces piensen como él, que sean dóciles, para que no sean un obstáculo para sus fines políticos. La demolición de la separación de poderes y el Estado de Derecho, pero con palabras bonitas, confeti y unicornios.

Tenemos también unas declaraciones de Lucía Avilés, magistrada y portavoz de la Asociación de Mujeres Juezas de España, celebrando el nombramiento de Rosell. Creemos que con citar ciertas partes del artículo es suficiente (las negritas son nuestras):

Los DDHH y el feminismo van a estar salvaguardados.

Para la asociación es una enorme alegría. Nos ponemos a disposición de la Delegación para seguir avanzando en la lucha contra la violencia de género.

Según ha destacado, Rosell tiene una trayectoria «brillante» y «demostrada formación en perspectiva de género».

Avilés sostiene que la elección de Rosell para este puesto «tiene carga simbólica» porque «visualiza el cambio feminista» de los últimos tiempos, muy enfocado a la denuncia de la justicia patriarcal. A su juicio, la Justicia es «uno de los eslabones más importantes en la lucha contra la violencia de género, aunque no el único».

Para Avilés, «lo primero» que se debe hacer es «exprimir todas las herramientas jurídicas» para adaptar el ordenamiento jurídico a lo que establece el Convenio de Estambul y ampliar el concepto de violencia de género a todas las violencias contra la mujer, no solo la que tiene lugar en el ámbito sentimental. Asimismo, ha reclamado «medios» para defender la vida de las mujeres.

Rosell se metió hace poco en la polémica del pin parental. Afirmó que si el Gobierno de Murcia se empeñaba en la aprobación de esa medida, habría que aplicarle el Artículo 155 de la Constitución, «un camino similar al de Cataluña». Luego salió diciendo que era una ironía, pero vamos, que el globo sonda no lo ha inventado ella.

 

Beatriz Gimeno

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Beatriz Gimeno será la encargada de dirigir el Instituto de la Mujer. Expresidenta de la Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, y actualmente diputada por Podemos en la Asamblea de Madrid, aunque dejará su escaño para tomar su nuevo puesto.

Gimeno tiene varias declaraciones radicales. Entre ellas, que la igualdad pasa por que los hombres se dejen penetrar analmente:

El ano es una de las principales zonas erógenas para hombres y mujeres. Especialmente para hombres. Para que se produzca un verdadero cambio cultural tienen que cambiar también las prácticas sexuales hegemónicas y heteronormativas y que sin ese cambio, que afecta a lo simbólico y a la construcción de las subjetividades, no se producirá un verdadero cambio social que iguale a hombres y mujeres.

Me gustaría contribuir a problematizar la siguiente cuestión: dado el profundo simbolismo asociado al poder y a la masculinidad que tiene en la cultura patriarcal la penetración (a las mujeres), ¿qué podría cambiar, qué importancia cultural tendría una redistribución igualitaria de todas las prácticas, de todos los placeres, de todos los roles sexuales, incluida la penetración anal de mujeres a hombres?

Ha llegado a cuestionar la lactancia materna y sostiene que el feminismo «lucha con denuedo para limitar los daños que la heterosexualidad provoca en las mujeres»:

La heterosexualidad no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino que es una herramienta política y social con una función muy concreta que las feministas denunciaron hace décadas: subordinar las mujeres a los hombres. Olvidar que en la mayor parte de los periodos históricos las mujeres, si hubieran podido elegir, hubieran escogido no mantener relaciones sexuales con los hombres, no vivir con ellos, no relacionarse con ellos, es olvidar algo fundamental en la historia de las mujeres (y de los hombres).

Es la heterosexualidad la que, verdaderamente, se clava en las vidas y en los cuerpos de las mujeres. Situarse en el espacio físico del lesbianismo puede resultar liberador en tanto que se asume una posición de outsider respecto de la heterosexualidad, en tanto que el cuerpo se siente más libre y respira.

 

Boti García

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Histórica dirigente del movimiento LGTBI, Boti García se incorporará al Ministerio de Igualdad como directora general de Diversidad Sexual y LGTBI, departamento de nueva creación. Será la encargada de luchar contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género, así como contra los delitos de odio a personas del colectivo LGTBI.

García confesó ante Pablo Iglesias en el programa Otra Vuelta de Tuerka que había mantenido una relación con una menor de 17 años cuando era profesora. Incluso se atrevió a bromear al afirmar entre risas que la madre de la joven «la perseguía con una plancha caliente».

 

Ángela Rodríguez

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Ángela Rodríguez, más conocida como ‘Pam’, ejercerá de asesora de la ministra. En la XII legislatura asumió como diputada entre otras responsabilidades la vicepresidencia segunda de la Comisión de Igualdad y la portavocía adjunta de esta comisión. También es vocal de la Subcomisión del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género. Nada más especialmente reseñable. Vamos, que su carrera política consiste en mamar del chiringuito feminista.

 

Yolanda Díaz

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Antigua líder de Esquerda Unida, se presentó en diversas convocatorias electorales de Galicia. Ha sido nombrada ministra de Trabajo y Economía Social. Hace poco en televisión llegó a afirmar que «una limpiadora cobra menos que un cristalero por el mero hecho de ser mujer». Obviamente, ignorando que limpiador y limpiacristales (que no cristalero) son empleos totalmente diferentes. Visto lo absurdo de sus declaraciones, respondimos con un hilo de Twitter riéndonos de esa afirmación:

 

Pilar Llop

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No está en el Gobierno puesto que es Presidenta del Senado, pero igualmente ha sido propuesta por el PSOE, es decir, por el Gobierno. Especialista en violencia de género y en cooperación internacional de la Administración de Justicia. Dio el salto a la política regional madrileña siendo elegida diputada de la Asamblea de Madrid dentro del grupo parlamentario socialista. En 2018 fue nombrada delegada del Gobierno para la Violencia de Género, cargo que ocupó hasta abril de 2019.

Una de sus primeras medidas, aparentemente de extrema urgencia, ha sido la de establecer que el Senado comience todos sus plenos con un minuto de silencio en honor de las víctimas de violencia de género.

Un motivo para llegar al Senado un minuto tarde todos los días.

 

Resumen del Gobierno

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Tenemos un Gobierno feminista lleno de radicales cuyo único logro personal y profesional es ser más feministas que nadie y/o tener buenas relaciones con el líder de turno. Entre la que llama violación a todo, la que tiene como reto buscar más formas de arruinar las vidas de hombres inocentes, la que cree que sólo las lesbianas son libres, la que se jacta de tener relaciones con menores, la que no distingue que empleos diferentes tienen salarios diferentes y la que está a un paso de celebrar funerales en los plenos del Senado, vamos servidos.

Irene Montero se equivoca cuando habla de «guerra a las mujeres». La única guerra es la guerra que el feminismo ha declarado a la igualdad, es decir, a todos los hombres y mujeres que la defienden.