Asesinas de hombres ¿qué importan?

Después de varios asesinatos consecutivos de mujeres, ahora hay una racha de asesinas de hombres.

Tras una racha —que no hace más que confirmar aquello de que publicitar los asesinatos ‘machistas’ los aumenta— de homicidios de hombres a mujeres, ahora se han invertido los roles y son ellas las asesinas.

Durante años, nos han dicho que los hombres matan por machismo, eso de «si no eres mía no eres de nadie» es machista, bueno, eso era al principio, ahora todo es machista, supongo que también las asesinas.

Cuando Ana María García Hevia, la asesina que asestó 30 puñaladas matando a su novio vio a su madre y dijo: «Mamá, maté a ‘Míchel’, se acabó, si no era para mí no es para nadie», estábamos a punto de ver empezar un grotesto circo.

Y es que los políticos, en especial nuestro presidente Pedro Sánchez Castejón, no se dignó a mencionar el caso para dar su pésame, sin embargo…

Sí lo hizo cuando la víctima fue una mujer —por lo de la igualdad, creo—. Pero repito, esto no había hecho nada más que empezar.

Ahora, como se puede leer en la noticia, la asesina puede ser inimputable, es decir, no tendrá responsabilidad criminal, o lo que es lo mismo, decir “aquí no ha pasado nada”. Eso sí, el chico seguirá muerto y ella libre.

Otro caso, el cual crea la tendencia, es el de la mujer que presuntamente mató de una cuchillada a su hermano en Murcia. La función principal del ‘presuntamente’ es que están intentando ver como puede encajar el hombre como culpable, como dice la noticia: «También se investiga si hubo un forcejeo, y si él se abalanzó sobre ella y se lo clavó».

Están ya buscando el “algo habrá hecho”, lo cual se decía que era machista justificar este tipo de cosas… Ahora parece que es feminista.

Lo mismo se desencadena un efecto imitación, como en los asesinatos de hombres a mujeres en el ámbito de la pareja al ser muy mediáticos, ¿pero qué mas da? Somos hombres, nosotros no le importamos a nadie.

Un ejemplo de que los hombres no le importamos a la política es ese ansia del PSOE por subvertir el lenguaje con tal de hacernos —aún más— prescindibles. Otro, cómo algo que todo el mundo da por hecho, que las mujeres guapas son acosadas por la calle frecuentemente, quizás no sea tan cierto como creemos.